Biomecánica: La energía y las funciones básicas.

 Se terminó la Era estática del paciente pasivo, como en educación la del estudiante pasivo. Se terminó la vida sedentaria, el ser humano que espera. El actor principal en este nuevo escenario será el movimiento. Activo en la medida de lo posible. Los seres humanos, como todos los animales, fuimos diseñados para la movilidad. Los seres humanos somos, por lo que podemos movernos. Nos valoramos a los demás y a nosotros mismos, según las habilidades motoras que desarrollemos.

La energía es la moneda que se paga para movernos, para lograr la funciones básicas primero, y las actividades de la vida diaria, después. Primero la supervivencia, después la pulsión vital. Para la física, un cuerpo que se mueve es porque tiene energía, ya lo determina la segunda ley de Newton. La energía puede surgir del propio cuerpo o recibirla de otro cuerpo. El origen de esta energía entonces es una fuerza interna o externa. Para la mecánica esa fuerza que produce el cambio de posición de un objeto implica un Trabajo. Más fuerza, más distancia de traslado, más trabajo. Si la persona se mueve mucho, gasta más energía, si la energía es interna, proviene de su propio cuerpo, es ATP, proviene del metabolismo, de su alimentación.

Es fundamental la participación de los profesionales que conocen sobre nutrición y alimentos cuando las personas desarrollan movimientos ya sea de recuperación, entrenamiento o rendimiento deportivo o personal. El sistema fascial transmite la tensión generada de acuerdo a sus sistemas internos de movimientos aprendidos y habituales. Esa tensión proviene del movimiento y puede aumentar gracias a nuevos aportes de tensión desde los músculos.

Cuando los músculos desarrollan fuerza transmiten energía mecánica. Esa fuerza se puede calcular en la unidad de tiempo y se conoce como potencia. Cada músculo tiene la posibilidad de desarrollar un máximo de fuerza de acuerdo a varios factores (edad, corte transversal, irrigación, inervación, ángulo de inserción, etc.), es la fuerza explosiva. Otra cualidad es poder desarrollar tensión durante mucho tiempo, es la capacidad de resistir, es la fuerza resistencia.

La fuerza es la intensidad con la que interactúan dos o  más cuerpos. La fuerza cambia el estado físico de los cuerpos, que son reposo y movimiento. Esto pone en juego la energía mecánica: Cinética, Potencial, Elástica o de tensión y calórica.

Según las leyes de conservación de la energía, ésta se mantiene y puede transformarse en cualquier otra forma de energía. Jugar por decir de alguna manera, con la transformación de las formas de energía es una posibilidad a la hora de lograr movimientos. Siempre considerando que existen hegemonías o funciones básicas para organizar el consumo energético humano.

Lo primero que necesita el ser vivo es justamente eso, su condición básica para permanecer vivo, o sea un dispositivo de combustión para generar energía interna. Una piedra no es un ser vivo, por lo que no tiene este dispositivo de combustión interna, si necesita que una piedra se mueva, hay que empujarla, o sea, transferirle su energía cinética a la piedra y cambiarla de lugar. Es como una movilización pasiva de piedra. Con una persona que no puede moverse (parálisis o paresia) hacemos eso, le transferimos nuestra energía cinética.

La condición básica para generar energía interna es respirar. La respiración pulmonar o branquial, según el animal que se trate y la otra, la olvidada tantas veces, la respiración tisular. El oxígeno en las células, las mitocondrias, el ciclo de Krebs. Todo ser vivo necesita, busca, y protege su homeostasis energética.

Las especies evolucionamos hacia la mejor forma de aborber y usar la energía disponible en el universo, básicamente para nosotros y hacerlo más real, en el sistema solar, la energía solar. La energía es un bien muy valioso, para vivir, o sea, respirar, comer para reponerla, sueño y reparación celular, locomoción y reproducción de la especie. Los animales nos movemos para buscar nuestra fuente de energía, las plantas no lo necesitan, por eso no tienen patas. Pero también guardamos energía, para tenerla disponible en caso de necesidad. El ahorro de energía es natural y se basa en la Ley del menor esfuerzo.

Para lograr el aprovechamiento de la energía que tenemos es fundamental respirar primero (esto lo regula y coordina el sistema nervioso), administrar lo que comemos, tener nuestros descansos y sueño reparador y controlar la realización de movimientos.

El movimiento es una necesidad, por lo tanto, el descanso también, pero no al extremo del sedentarismo. Uno de los secretos de la recuperación y el entrenamiento es saber administrar las dosis de movimiento y descanso. Por otro lado poner foco en la coordinación y el equilibrio, que son esenciales para usar menos músculos, por lo tanto, invertir menos moléculas de ATP, para disponer de ellas como reserva.

La gente quieta y encerrada tiene mal futuro, la gente que se mueve, al aire libre y con espacio por el distanciamiento social, tiene la salud del movimiento asegurada.

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